Las tiendas online cada vez usan como sistema de comunicación y marketing las redes sociales, en detrimento del SEO. No porque dejen (no hay que hacerlo) de realizar acciones SEO para potenciar los productos, la demanda, etc, si no porque las redes sociales permiten algo nuevo como es la viralización de los contenidos. ¿Y qué es eso? Pues algo tan simple como que con un esfuerzo relativo podemos conseguir alcanzar mucha repercusión, ya que los usuarios pueden hacer de suscriptores. Por supuesto no solo hablamos de influencers, que cobran por explicar las bondades de un producto, si no de usuarios normales, que replican un comentario, o realizan uno, porque a todos/as nos gusta compartir algo que hemos encontrado y que consideramos útil.

Este mecanismo de replicación natural, viral, si lo queremos llamar así, es muy útil. La viralización no siempre es buena, porque queremos incluso que sea un llamamiento pequeño, compartir con algunos, ya que cuando algo está muy compartido lo consideramos publicidad y no confiamos en su recomendación. Esto es debido a que somos usuarios muy conscientes de que las redes están llenas de propósitos de marketing, muy complejos, y empezamos a discriminar qué usos son adecuados.

Es mucho más necesario encontrar personas que hagan de interlocutores aunque sean recomendaciones más breves, y más sencillas que las que harían influencers o marketers profesionales, que aunque no llegarán, en principio, a tantos usuarios, si tienen un aspecto de comentario muy muy real, y suelen provocar conversiones mucho más activas. Evidentemente esto va en contra de la máxima publicitaria de cuanta más publicidad mejor, y de que hablen de mi, a cualquier precio. Sin embargo, en el recorrido de una marca en la red, el largo plazo es siempre más productivo, y para eso los suscriptores son mejores que los influencers. Además el ROI es mucho mayor, la dependencia es más baja, y el grado de diferenciación de productos es alto. Esto último es imposible de conseguir con influencers que van y vienen. Por eso cuando el producto es singular este sistema es el más adecuado.

Para ello hay que seguir los siguientes pasos:
-Descripción correcta del producto.
-Recomendaciones de uso.
-Opciones.
-Ejemplos
-Imágenes.
-Artículos relacionados.

Y todo lo que sea susceptible de ser comentado o valorado por un comprador, no por un publicista. Si vendes algo resaltando lo que no es adecuado, o lo que no tiene un valor fundamental aunque sea una característica interesante, el comprador percibe que no es adecuado y no lo recomendará.