La venta por internet es necesaria para cualquier pyme. Hemos pasado de tener una web corporativa más o menos profesional, con los datos de contacto, alguna información sobre la actividad y servicios, etc a ser absolutamente necesario una tienda online de exposición y venta de los productos que tenemos.

No se trata de un capricho, si no de una herramienta que permite a un usuario ver un catálogo con precios de todo lo que tenemos a la venta, para sin tener que estar físicamente en la tienda poder comparar que vendemos.

Tecnología

La herramienta que debemos usar es la sencillez. Si queremos avanzar en el mundo de la venta online.
Todos vemos a nuestro alrededor persianas que no han vuelto a subirse en el barrio, incluso algunos establecimientos de cierto éxito han tenido que cesar su actividad definitivamente por culpa del Covid-19. Una paralización de la economía como la que hemos vivido ha frenado muchos negocios por completo durante semanas, y eso es algo que no puede afrontar quien no tenga músculo financiero.

Hemos comentado que es una crisi de tiempo, es decir, hay que ganar tiempo para esperar la remontada de los negocios y poder volver a los números verdes, pero es también una crisis de adaptación para prepararse para nuevas formas de vender.

Quienes contaban con una tienda online han podido continuar con su actividad, y algunos incluso han hecho su agosto gracias a este canal, pero una buena parte de las pymes y los autónomos ni siquiera tenían esta opción.

La onmicanalidad de las ventas se está disparando. La venta online complemento de la offline o al contrario. Las tiendas buscan todas las formas de vender y mejorar la experiencia del usuario que de ese modo se convierte en prescriptor.

Con la incertidumbre actual y por lo que pueda venir en el futuro, muchos se han dado cuenta de que necesitan esa presencia digital que les permita ampliar sus posibilidades y seguir activos si todo vuelve a detenerse. No importa si eres una mercería de barrio, un profesor de guitarra o una carnicería: en estos tiempos, si no estás online, no existes.

El precio, hoy en día, no es el principal obstáculo, aunque si no tenemos un mínimo conocimiento del entorno digital no estaremos familiarizados con términos y presupuestos.

Actualmente hay muchas opciones paquetizadas que funcionan a base de plantillas que, además de económicas, pueden resultar un método rápido y sencillo incluso para los no iniciados.

Pero hay mucho más que deberíamos tener en cuenta si hemos tomado la decisión de poner en marcha una tienda online. He aquí algunos consejos que pueden ser clave a la hora de alcanzar el éxito al vender por Internet:

Dominio. Tener una web con dominio propio es un paso que demuestra que nos tomamos en serio nuestro negocio digital y nos ayudará a generar confianza entre nuestros visitantes. Es posible que el nombre de nuestra tienda o servicio ya exista como dominio registrado, así que primero tendremos que comprobarlo y, de ser así,
buscar otras opciones viables y que encajen con la empresa.

Branding. El nombre de nuestra tienda y nuestra imagen —logo, colores corporativos, estilo…—, son mucho más importantes ahora que competimos en este nuevo canal. Debe ser nuestra marca habitual, para que los clientes de siempre puedan encontrarnos, pero atractiva para que los paseantes digitales nos localicen.
Imágenes. Las imágenes son uno de los aspectos que más hay que cuidar en los entornos digitales, y no vale cualquier foto hecha con el móvil, sino que tienen que ser imágenes de calidad.

Textos. Explicar bien en qué consiste nuestro producto, sus características y especificaciones técnicas es clave para la venta.

Privacidad y protección de datos. En la UE es necesario cumplir con la normativa de privacidad y protección de datos del Reglamento General de Protección de Datos.
Nuestra página web debe contar con un aviso legal, política de privacidad, política de devoluciones y condiciones de uso. Gestión. Un comercio online no es un añadido a nuestro negocio físico; debemos cuidar su gestión, la calidad del servicio, la atención al cliente, la actualización de la oferta de productos y la ampliación de stock tanto o más que en el entorno presencial.

Logística: si vamos a vender online tenemos que poder distribuir nuestros productos de manera eficiente, bien en colaboración con una empresa de transporte, bien vinculándonos a una plataforma con servicio de entrega a domicilio o bien por nuestra cuenta. Los plazos de entrega han de ser coherentes con el producto y al mismo tiempo flexibles, para adaptarnos a las demandas del consumidor garantizando sus condiciones óptimas.

Recordemos que al vender en Internet nuestro comprador puede estar lejos, y debemos estar preparados para gestionar bien esta oportunidad si se presenta.

El momento es hoy. Mañana puede haber otras situaciones como la vivida, o tal vez nunca se repitan, pero la experiencia de estos meses ha supuesto un gran impulso para el comercio electrónico y no podemos volver la vista hacia otro lado. Por Internet podemos vender desde un sacapuntas hasta una lavadora, lo importante es ofrecer un servicio premium en cada compra.